En esta época donde los dientes tienen un papel fundamental, la prevención, estética y funcionalidad lleva a un elevado número de personas a buscar una alineación de sus dientes y a llevar un tratamiento de Ortodoncia.
Si la ortodoncia que llevamos es fija (brakets) los primeros días de adaptación al aparato es recomendable seguir una dieta blanda basada en: líquidos, yogures, purés y alimentos fáciles de masticar y tragar como hervidos o tortilla francesa.
Una vez pasado este periodo, igualmente hay que prestar especial atención al tipo de alimentos que vamos a incorporar a nuestra dieta, para que estos no interfieran con el tratamiento en el sentido de que no puedan deformar o desprender el aparato.
Los trozos pequeños es la norma básica, tanto para carnes, hortalizas o frutas. Es mejor partirlas en piezas muy pequeñas para que muelas y dientes tengan que ejercer la menor presión posible. Mejor si la fruta la pelamos antes, para que la piel no se quede enganchada en los aparatos y otro truco es cortar las hortalizas en sentido perpendicular a sus fibras, eso facilita la masticación. También se recomienda que las carnes fibrosas se preparen en forma de albóndiga o hamburguesa, porque se consigue así una textura más suave y además las fibras no se quedarán entre los brackets.